Con la llegada del otoño, aumentan los casos de enfermedades respiratorias como la gripe, el COVID-19 y los resfríos comunes. Aunque pueden compartir síntomas similares, es fundamental reconocer sus diferencias para actuar a tiempo, elegir el tratamiento adecuado y fortalecer las medidas de prevención otoñal.

¿En qué se diferencian?

Según Mayo Clinic, los tres virus tienen puntos en común, pero también características que los distinguen:

Aunque todos estos virus son infecciosos, el COVID-19 tiende a tener síntomas más variados y puede incluir dificultad respiratoria y pérdida del gusto u olfato. En cambio, la gripe suele aparecer de forma repentina con fiebre alta y dolor corporal, mientras que el resfriado común tiene síntomas más leves.

El mal uso de antibióticos: un riesgo silencioso

Un error común durante la temporada de enfermedades respiratorias es recurrir al uso de antibióticos sin prescripción médica. Según la OMS, es importante destacar que:

• Los antibióticos no curan infecciones virales como el resfriado, la gripe o el COVID-19.
• Su uso inadecuado contribuye al desarrollo de resistencia bacteriana, haciendo que las infecciones bacterianas reales sean más difíciles de tratar en el futuro.
• La resistencia antimicrobiana es una de las 10 principales amenazas para la salud pública a nivel mundial.

Por eso, ante síntomas respiratorios, lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud para un diagnóstico preciso, evitar la automedicación y seguir las indicaciones sobre medicamentos sintomáticos como el paracetamol, solo cuando esté indicado.

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